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10 junio 2009

La relativa alegría del Partido Popular

En el Partido Popular la alegría de la victoria no termina de disipar la guerra interna que late en el subsuelo desde antes del Congreso de Valencia. Ahora mejor que nunca se puede decir aquello de que la alegría va por barrios.

Por un lado, Arenas está deseando que se le ajusten las cuentas pendientes a Esperanza Aguirre por sus continuas salidas de tono con Rajoy. Por el otro, el líder andaluz tampoco puede moverse demasiado en la foto a riesgo de quedarse fuera de marco, ya que la brecha con el PSOE en Andalucía sigue siendo una sima abisal y ya hay quien pide cambios en ciertas capitales para intentar paliarla en la medida de lo posible. La más importante es Sevilla, donde Zoido no acaba de conseguir los resultados que se esperan en la capital.

Como dice el refrán, nunca llueve a gusto de todos.




8 comentarios:

Anónimo dijo...

Al margen de las luchas por el poder que se dan en todos los sitios, lo que hay que observar es el ideario politico comun que defiende la derecha española. Y ese ideario es mas que nunca necesario en Andalucía donde despues de 30 años de gobiernos socialistas continuamos a la cola del Estado en cualquier ambito que escojamos.
Desviar el asunto hacia enfrentamientos en la cupula de la derecha es querer tapar la realidad del atraso que existe en nuestra comunidad.
Politicas liberales son mas que nunca necesarias; mas libertad en los mercados, flexibilizacion del mercado de trabajo, libertad horaria, incrementos de productividad, privatizacion de sectores economicos donde la iniciativa privada se ha mostrado mas eficiente, una educacion dirigida a premiar el esfuerzo individual, etc..
Puedes desviar el asunto hacia la lucha por el poder, pero la crisis no se supera con más Estado, sino con mayor libertad economica. Y en eso, en la doctrina liberal, estan de acuerdo los dirigentes de la derecha española.
Por cierto, Zoido no habrá conseguido los resultados apetecidos, pero es el unico que susbe en numero de votos.

Gregorio Verdugo dijo...

Anónimo: Mi querido liberal, lo siento, pero si ha de flexibilizarse el mercado laboral, en contra de la mayoría de las teorías al respecto, que te lo flexibilicen a ti, que le afecte a tu casa, a tu gente, a tus hijos. Yo he luchado durante muchos años por tener unas condiciones de trabajo dignas (y no de millonarios precisamente) y no pienso permitir que me las arranquen así como así. Si por mercado libre entiendes lo de la Gürtel y la pasta que va repartiendo Correa, no cuentes conmigo. De lo demás podemos hablar, pero en eso no cedo ni un ápice.

Anónimo dijo...

Te confundes si piensas que los liberales defendemos la corrupción. Es precisamente la existencia de una excesiva regulacion la que propicia que algunos individuos opten por la corrupción como medio de medrar. La libertad de elección del individuo sin el corsé de normas que obstaculicen su actividad es el mejor antidoto contra la corrupción.Las normas tienen que ser la minimas, sólo las imprescindibles para asegurar la convivencia.
¿Porqué un trabajador puede dejar su puesto de trabajo cuando quiera y un empresario no puede prescindir de un trabajador indolente? O dicho de otra forma, si el trabajador es eficiente no tiene motivos el empresario para prescindir de él. No conozco a ningun empresario que despida a alguien que hace correctamente su trabajo. Es más cualquier empresario lo que desea es tener cada vez más empleados. Otra cosa es cuando la empresa, por las circunstancias economicas del momento, precise reducir su personal,eso es una cuestión de superviviencia.
Un trabajador cualificado es un gran activo para la empresa.No estoy a favor de la perdida de derechos, confundes otra vez el liberalismo con volver a la edad media. Lo que defiendo es que los derechos de los trabajadores no pueden ser una cortapisa a la libertad individual de otro ciudadano. ¿ O solo los trabajadores pueden tener derechos?

Gregorio Verdugo dijo...

Anónimo: me parece que el que te confundes eres tú, o que no estás bien informado. En las leyes actuales, los empresarios tienen herramientas más que suficientes para solucionar los casos que has expuestos. Puedo coincidir contigo en aquella concepción de la libertad individual que defendía el liberalismo primigenio, ya sabes, aquello de que si mi libertad no perjudica a nadie o sólo a mí mismo el estado no tiene por qué involucrarse. Pero ahí sois los liberales quienes entráis en contradicción, porque no utilizáis el mismo razonamiento para temas como el aborto, la eutanasia, o esa obsesión que os mata con las escalas de valores. Tampoco os aclaráis con la laicidad del Estado.
En cuanto a la corrupción, me dices que los liberales no están de acuerdo, vale puedo suponer que es así. Pero resulta que son liberales los implicados, además liberales que "regulan e intervienen" como el que más y que se aprovechan de ello para forrarse. ¿Hay que tenerla dura, no?.
Si, como tú has dicho, es justo y necesario que una empresa tenga estabilidad y futuro, cosa con la que estoy totalmente de acuerdo, ¿por qué no iban a desear lo mismo los trabajadores?. Yo creo que en esto de los patronos cada uno tiene lo que se merece. He conocido empresarios justos y honrados a los que sus trabajadores nunca le han fallado y él tampoco a ellos. Yo brindo por esa gente y los apoyo. Y la mejor manera que tiene un trabajador de recompensar a un empresario que se porta y se preocupa por el bienestar de su gente es implicándose en su trabajo y en su empresa, poniendo todo lo que tiene para que su empresa prospere y con ella él mismo. ¿En esto estarás de acuerdo?.

Anónimo dijo...

Claro que estoy de acuerdo contigo en lo ultimo que has referido, pero vuelves a confundirte, en este caso homologando el liberalismo a concepciones religiosas. Yo soy un ateo liberal, defiendo el laicismo como elemento esencial del Estado y no quiero que nadie dirija mi consciencia.Exacto hay leyes que regulan, como he expuesto, unas condicones minimas de sociabilidad. Entiendo que los trabajadores pretendan trabajar 7 horas, pero la Ley que regula la jornada establece 8, el estatuto de los trabajadores. Yo la acepto porque respeto el Estado de Derecho, así lo han decidido nuestros representantes y punto final.Pero ¿ Porqué designio divino tengo que reducir la jornada de mis trabajadores?Como tu dices la leyes actuales ya regulan la jornada y si los representantes del pueblo quieren bajarla que lo hagan, yo lo aceptaré, pero nadie me va a obligar con el argumento de aumentar los derechos de los trabajadores la reduzca. Los derechos estan en la Leyes aprobadas por las Cortes.

Gregorio Verdugo dijo...

Anónimo: me alegro que seas ateo, ya somos dos. Las leyes se cambian y una de las formas de hacerlo es llegando a acuerdos desde la base. Me has entendido bien, he dicho "llegando a acuerdos".

julio dijo...

Algo parecido estamos viviendo nosotros aca en Argentina con nuestros candidatos.Tenenmos que votar el domingo por alguno.

Gregorio Verdugo dijo...

Julio: pues hacedlo por el menos malo, es casi lo recomendable.
Un saludo