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28 marzo 2009

El botellón, una red social

Fotografía: El País


El botellón nació en Sevilla y luego se exportó como por arte de magia a otras ciudades españolas. Es la respuesta a dos realidades paralelas.

La primera es que en Sevilla se vive en la calle la mayor parte del año, es una ciudad que te invita a poseerla como una amante insaciable. En Sevilla, el amor de las parejas en sus cuartos es retransmitido por las ventanas y balcones a las calles como si de un partido radiado de fútbol se tratara. Así, no es difícil toparse con un grupo de vecinos jaleando en plena calle con vítores y algaradas la culminación de la faena de la pareja del quinto derecha.

La otra es como consecuencia de una realidad histórica arrastrada desde que el mundo es tal; la sempiterna crisis monetaria de la juventud, algo inherente en la gran mayoría de los casos a la condición de joven. La peña comenzó a practicar botellón como alternativa a la carestía de las copas en los locales de moda, que escaldaban a las primeras de cambio sus escuálidos bolsillos. Era una manera práctica de joder a los propietarios de los locales en su intención de hacerse de oro, porque después, cuando llegaba la hora de bailar, la gente ya estaba bastante colocada y apenas consumía agua en el interior.

Luego, el tiempo y las nuevas tecnologías han hecho el resto. De manera que hoy, si hay un símbolo social que represente por excelencia a la crisis y al esfuerzo imaginativo para disimular al menos sus efectos, ése es el botellón. El botellón ya, le pese a quien le pese, es toda una red social para la juventud.

La excusa es lo de menos. Porque es el engranaje, la compleja maquinaria que ha de desengrasarse y arrancar para ponerlo en marcha su mayor atractivo, que culmina con una legión de jóvenes cargados hasta las trancas con bolsas de plástico en la mayor explanada de la ciudad hasta bien entrada la madrugada.

Se convoca a través de las redes sociales de Internet, en el caso de Sevilla ayer por Tuenti, y los sms de los teléfonos móviles. Y, desde ese mismo momento, pasa a ser el acontecimiento del día. En esta ocasión ha sido para celebrar la llegada de la primavera, pero da igual que hubiese sido para congratularse del parto exitoso de una pareja de escarabajos peloteros. El caso es que el botellón es el lugar que ellos han escogido para desvirtualizar las relaciones de amistad fraguadas a través de la red y las nuevas tecnologías, y para hacer networking real en plena calle y a la vista de todos.

Y no es que me parezca mal, de hecho yo alguna vez lo he practicado, porque creo que forma parte desde hace mucho tiempo, aunque no con manifestaciones tan multitudinarias, de la cultura callejera de la ciudad. Acordémonos de las litronas compartidas con la pandilla en la esquina olvidada del barrio.

Lo que pasa es que luego me entristezco cuando acudo a una manifestación anti Bolonia o de apoyo al pueblo palestino y apenas vislumbro tres centenas de jóvenes.

Si se movilizaran igual para otras cosas, otro gallo nos cantaría.

9 comentarios:

fontanon dijo...

Tengo 27 años y hasta la maldita "Ley Antibotellón" (sic) habitual usuario del botellón, aunque la edad y cambio de costumbres también tengan algo de culpa.

Por fin leo algo que representa mi opinión: El botellón es el único foro de encuentro y diversiones alejado de edonismo super-pop de las discotecas y la peste a humo de los bares. El alcohol es habitualmente el medio ¡no el fin!.
Punto de reunión con gente más allá de tu pandilla habitual donde el diálogo es posible sin ensordecedora música ni claustrofóbicos empujones.

Puedo decir que mi gran época del botellón sábado noche semanal fue una de las más felices que recuerdo y ayudó a forjar mi personalidad social. Conocí los excesos, buena gente, los límites, a pícaros, a soberbios soplapollas, adolescentes con pinta de furcias, porros, amistades, risas ... en fin ... la calle.

Si fuera un conspiranóico pensaría que la Ley Antibotellón fue urgada en la sobra por los mercaderes de la noche, dueños de bares, empresarios del alcohol, que ... apoyándose en reivindicaciones vecinales consiguieron su objetivo: volvernos autómatas consumidores de su mundo de garrafón+raeggeton.

Y Gregorio, por favor, los jóvenes (todavía me considero) tenemos grandes capacidades asociativas desinteresadas, ¿Quién limpió las playas del Prestige? Creo que no fueron los cuarentones. Sin acritud, estoy un poco harto de los reproches tipo "estos jóvenes de hoy en día" que populan en telediarios y prensa sensacionalista.

¡Saludos!

CARPE-DIEM dijo...

Jack, muy acertado el post,en su totalidad, tambien creo que "Si se movilizaran igual para otras cosas, otro gallo nos cantaría"

Félix,yo tambien estuve limpiando en Galicia, varias veces, y te aseguro que de 20 a 30, eran los mínimos.

Un abrazo

Carriles Bici Sevilla dijo...

Amigo Gregorio, si todo fuese solo el botellón...pero claro, en todos sitios hay mamarrachos y en algo así no iban a faltar los que se dedican a esto.

http://www.abcdesevilla.es/20090328/sevilla-actualidad/varias-estaciones-sevici-cercanas-200903281754.html

Un saludo

Gregorio Verdugo dijo...

Félix: comparto casi toda tu opinión. El hecho de exigirles más a los jóvenes de hoy es porque están más preparados que generaciones anteriores. Yo confío mucho en la juventud actual, tengo dos hijos veinteañeros. Pero creo que es necesario exigirles una mayor implicación en su futuro, se puede hacer, lo podéis hacer. Estáis en la edad y tenéis las herramientas para ello. Espero que no sólo se quede en lo frívolo, estooy seguro que no será así.
Un saludo.

Gregorio Verdugo dijo...

Carpediem: seguro que tu comentario va en la línea del mío anterior.Es necesario que tomen el destino de su futuro co n sus propias manos y no dejen que nade lo decida por ellos. Están capacitados de sobra para hacerlo.

Gregorio Verdugo dijo...

Carriles: ya estoy al corriente de la noticia y de las toneladas de basura. Pero quienes han hecho eso no los representan a todos, son los impresentables que siempre se refugian en la masa, nada más. Sin botellón, tú y yo sabemos de sobras que estos cafres siguen actuando de la misma manera.
Un saludo.

fontanon dijo...

Ǵregorio: Somos la generación con el mayor acceso a la información y las más inmediatas vías de comunicación que, a nivel global, jamás existieron.

Sin embargo generaciones precedentes contaron con algo de la que la nuestra carece: un momento histórico que nos represente. Somos los nacidos después de la muerte de las ideologías, hijos de la globalización neoliberal que inician Reagan y Thatcher.

Puede que seamos una generación de transición previa a la que de verdad se indignará ante la realidad. Estas condiciones son mucho más difíciles para el activismo.

¿A nuestro favor? Somos la generación del software y cultura libre, entre otras.

Carriles Bici: Ese atajo de vándalos no representan a la multitud. Además como usuario de Sevici puedo decirte que bicis rotas o en mal funcionamiento te encuentras casi en cada parada y no es por culpa de ciertos cafres sino de un mal mantenimiento. Aun así: Sevici un tesoro de la ciudad de Sevilla y una apuesta valiente del sector público.

Gregorio Verdugo dijo...

Félix: sé que existen dificultades, es incluso intereses de algunos que no quieren que sea así, pero creo que lo lograréis, la propia evolución de la sociedad os empujará a ello. Y yo me alegraré porque confío en la juventud de este país.

harris dijo...

El carril bici es un gran avance para nuestra ciudad, pero el comportamiento de los niñatiños es bastante lamentable. Enlazando con lo anterior decir que me parece lamentable que miles y miles de personas hagan un botellón para desinhibirse de la realidad. Para mi eso deja mucho que desear y sin duda pasará factura